resumen_Valeria Sabater
En el anidamiento, el niño de la pareja separada se queda en el hogar, mientras los padres se van rotando en su cuidado.
Los tiempos cambian y las fórmulas para llevar a cabo una separación o un divorcio cuando hay hijos también evolucionan. Los millennials están llevando a cabo lo que se conoce como anidamiento. Es decir, cuando la pareja rompe su relación se elige dejar al niño en la casa familiar mientras que los progenitores se turnan en su cuidado.
Durante unas semanas uno se quedará en el hogar con los niños mientras el otro estará fuera de la propiedad en su residencia personal. ¿Beneficioso o problemático? De momento, no hay estudios al respecto de esta fórmula, pero no deja de ser una opción menos traumática para los niños y, también, más económica para los padres.
Sin embargo, esta estrategia tendrá éxito siempre que exista armonía y capacidad de acuerdo entre la pareja que ha decidido romper su relación. Esto no siempre es fácil, pero algo llamativo es ver cómo el anidamiento es un fenómeno en crecimiento en muchas zonas del planeta.
Anidamiento sitúa a menudo al niño en una dimensión intermedia que no le permite comprender del todo qué es lo que sucede en su vida y con sus padres.
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